Beneficios

Como ya he mencionado en un par de ocasiones, mis estudios anteriores fue una Formación Profesional. Para obtener el aprobado final, después de tener aprobadas todas las asignaturas, teníamos que realizar un proyecto final, lo que en la universidad se asemejaría al TFG (Trabajo Final de Grado). Este tenía que tratar algún aspecto que no se haya visto a lo largo de los dos cursos, es decir, no podíamos hacer trabajos sobre instalaciones eléctricas, acerca del hormigón, mediciones y valoraciones económicas de un edificio, etc… En mi caso escogí realizar una maqueta.

En este proyecto escogí una vivienda en la que trabajamos en la asignatura de Mediciones y Valoraciones. Le realicé algunas modificaciones en la distribución por lo que lo trabajado en dicha asignatura también varió, y así lo demostré.  Asimismo, intenté aportar la mayor información posible. Redacté una memoria descriptiva de 120 páginas, hice un modelado en 3D, administré el proyecto constructivo haciendo un planteamiento a través de un diagrama Gantt. Sin embargo, esto era simple información que quería aportar, mi proyecto era la realización de una maqueta a escala. Fue una tarea laboriosa donde hubo más sufrimiento que gozo. Siempre surgían problemas, tanto con los materiales como en el práctico. No obstante, al ver el resultado final todo sufrimiento se vio eclipsado por la satisfacción que me supuso tener justo enfrente mi último paso para obtener el título.

Con este proyecto pude concluir varios aspectos. Vi un pequeño arquitecto realizando su edificio, una versión mini de lo que yo podría llegar a ser. Con el Gantt me imagine cada paso constructivo, qué iba antes o después, si la colocación del alicatado, las baldosas de gres o el falso techo. Otra conclusión que pude sacar fue la visión que tuve, el poder ver aspectos edificatorios que en unos planos no ves, métodos constructivos totalmente distintos a una modelización BIM. Y finalmente, sin tener que ver con la propia maqueta, la conclusión que saco en este mismo momento, mientras redacto esta reflexión y que no pensé entonces, es el orgullo que siento por todo ese esfuerzo empleado, el haber acabado los estudios que más me habían gustado hasta entonces y de forma satisfactoria, haciendo algo que, viendo el resultado final de la maqueta, me encantaba. Tal fue el resultado que mi tutora y profesora de la asignatura mencionada me pidió quedarse con la maqueta para poder explicar con más detenimiento su programación académica. Tal fue el resultado que mi tutora de primero me sacó a hablar con los de primero para comentarle la experiencia. Quise destacar, me esforcé y acabé consiguiéndolo. A la conclusión que llego es que, si realmente te gusta algo, esfuérzate, ese beneficio emocional vale totalmente la pena, dedica tiempo a conseguir tu objetivo y te verás totalmente recompensado.