PA1.- Mi entorno

Fase 1. La experiencia del entorno.

El lugar que he escogido se trata del balcón de mi habitación de mi pueblo, que no es otro que Ayora (Valencia). Es un espacio que primero está retranqueado y después tiene un vuelo de, aproximadamente, 60cm, el cual está protegido por una barandilla de 90cm de alto. Las medidas de este son aproximadamente 150cm de largo y 420cm de ancho. En él se ubican 3 huecos de la fachada: dos de ellos (una puerta bandera) dan a mi habitación y el otro al estudio.

  • ¿Por qué has elegido ese lugar?

Paso mucho tiempo en el pueblo por motivos laborables, y hay ocasiones donde no puedo salir por estudios o simplemente porque mis amigos de allí no están. Recurro frecuentemente a este sitio pues me transmite paz, es un lugar donde puedo estar sin turbación física o moral.

Me atrajo tanto este sitio desde el primer momento que coloqué una simple silla de camping y una calamitosa mesa para poder leer, tomar algo, charlar con mis amigos, escuchar música, estar con el móvil o, sencillamente, estar.

  • ¿Qué te hace sentir?

Una enorme sensación de tranquilidad.

El mero hecho de saber que voy a subir al pueblo me trasmite la sensación de desconexión.

Allí me centro en mis cosas, ya sean estudios, preocupaciones, reflexiones, etc… Me quedo solo (habitualmente) con mis pensamientos.

A pesar de estar justo al lado de un vial bastante concurrido, acudo allí para relajarme. Hay una agradable corriente de aire, además, a las horas que acostumbro a ir, no molesta el Sol, es un espacio bastante amplio. Puedo admirar el monte y, sobre todo, mi admirada ermita.

Imagen 1.- Parte de las vistas desde el balcón
Fuente: Elaboración propia
  • ¿Existe algún elemento disruptor?

Como he mencionado antes, uno de los dos elementos que me incomoda -aunque sea vagamente- es la carretera que hay. Es uno de los viales principales del pueblo y, por tanto, están los vehículos constantemente circulando.

El otro elemento que me molesta es el propio acceso al balcón. La puerta abre hacia el interior, pero no se abre del todo, pues justo al final de su recorrido hay una pila de cajas, las cuales no puedo cambiar de sitio por falta de espacio.

Por este obstáculo hay veces que prefiero quedarme en la cama.

  • ¿Crees que te sentirías igual en otro sitio?

Yo diría que sí. No es un lugar espectacular que tenga características únicas o extravagantes. Más bien, no es el lugar, sino como me adapto yo a este. Es un lugar donde yo puedo disuadirme. Sitios así hay muchos, lugares donde puedes «cambiar el chip», solamente hay que encontrar un sitio que cumpla tus condiciones de confort y sentarte.

Imagen 2.- Croquis del balcón
(Medidas aproximadas)
Fuente: Elaboración propia
  • ¿Piensas que las condiciones de ese espacio influyen sobre sus ocupantes?

Sí. Como en este caso sus ocupantes soy yo (y a los amigos que pudiera llegar a invitar) puedo hablar sobre como me influye a mi:

Considero que la influencia de un entorno puede ser mas bien algo subjetivo. Es complicado que un mismo espacio guste a cada uno de sus ocupantes. No a todos nos gusta esa pintura amarilla en el salón que tanto se puso de moda.

  • ¿Cómo?

Así como a algunos un día bien soleado recibiendo a cada rato los rayos del Sol es algo que les pone de buen animo, yo preferiría un día nublado con una leve brisa fresca. Pues este lugar lo consigue. Al estar en un tercer piso, es notable la presencia del aire. La mesa de 55x55cm y la silla no obstruyen lo mas mínimo, sobra espacio. Y lo que más agradezco es que a las horas que suelo ir, el Sol ya no golpea, haciendo mas amena el descanso o la lectura -y que así no se me derriten los hielos del cubata-.

  • ¿Cambiarias alguna cosa?

Las cajas de sitio (!!!). 

Imagen 3.- Vista exterior del balcón
Fuente: Fotografía tomada por un amigo del autor
Imagen 4.- Vista al exterior desde el balcón
Fuente: Elaboración propia

Fase 2. Lectura y comprensión de un texto y reflexiones sobre el mismo.

Atmosferas, de Peter Zumthor:

Lo que atrae de la arquitectura no son nombres o se te publiquen trabajos; es el hecho de qué te conmover de ella, saber verle el atractivo. Hay que aprender a no quedarte con la primera impresión, hay que tratarla y observarla. La arquitectura no solo son cuatro paredes, es mas que eso. Es relacionarla con en el entorno que le rodea, su composición, el clima que le acompaña… Y ya no solo en lo físico, esa sensación que te produce ver esa organización arquitectónica también está relacionada con ésta, te conmueve. No obstante, esos elementos sin la arquitectura quedan vacíos, tienen su identidad, pero es el elemento constructivo quien le da esa magia de conjunto.

Peter Zumthor comenta diversos aspectos que ayudan -o disturban- a sentirse uno agradado con el espacio. Compara la arquitectura como la anatomía del cuerpo humano, un conjunto de elementos que, unidos, forman otro elemento, relacionando los materiales constructivos con elementos orgánicos. Sin embargo, hay infinidad de posibilidad de uso de un mismo material. Con ello expresa que no todos los materiales sirven para una misma función, no pueden combinarse entre sí, algunos se distancian demasiado del objetivo. La elección de la forma y superficie de los materiales influyen en el sonido, el edificio tiene un carácter dependiendo de los materiales escogidos. Otro aspecto que está influenciado por los materiales es la temperatura.  Estos dos últimos aspectos son directamente responsables de la creación de una atmosfera con la que sentirte mas o menos conmovido con la arquitectura del lugar. El autor recalca que una atmosfera no está basada únicamente en los elementos propios del edificio, el alrededor también tiene mucho que ver. Un edificio bello puede estar deprimido por su entorno, la gente, la decoración, el uso que se le ha otorgado, etc… Para Zumthor, la arquitectura debería ser de recorrido sosegado, no ha de conducido, que resulte natural. Considera como maravilla los términos «fuera» y «dentro», causantes también de crear una atmosfera. La fachada decide qué es lo que se quiere ver del edificio. Otro aspecto que trata es lo que denominamos, de forma académica, escala. La relación de tamaño de los elementos constructivos, como las puertas, provocan ciertas sensaciones y emociones. De algún modo, ciertos tamaños están relacionados con ciertos sentimientos. Finalmente, habla sobre la luz sobre las cosas, sobre cómo incide en los objetos, dando lugar zonas iluminadas o zonas oscuras. Retomando el aspecto inicial, la elección de materiales también influye en la luz, de forma que una elección de materiales ha de realizarse pensando en cómo puede reflejar la luz, ya sea natural o artificial.

En cambio, comenta también aspectos más personales para el autor, tres concretamente:

  • La arquitectura del entorno pasa a ser parte de la vida de la gente, es la que influye en sus vida emocional. Es la que siempre está presente, la que se va a recordar.
  • La coherencia es una sensación, la explicación del diseño del edificio en función de su uso y la forma, ser un arte útil.
  • La forma bella, la que, una vez finalizado, te reconforta, te hace sentir orgulloso. No obstante, si al finalizar el proyecto no resulta bello, retrocede y vuelve a empezarlo.

En conclusión, la composición de un edificio está relacionada con aspectos que le hacen tener una atmosfera distinta, dependiendo, generalmente, de los materiales, pero también teniendo en cuenta su entorno y alrededor. Un edificio construido en el bosque con madera como material, tendrá un carácter totalmente distinto a uno construido con materiales metálicos en una ciudad concurrida. No tendrán ni la misma sonoridad, ni la misma temperatura y su entorno será totalmente diferente.